Síndrome de Asperger - comportamientos y relaciones
Dado que este síndrome suele manifestarse por primera vez
alrededor de los tres años de edad, es posible que el niño se encuentre con
ciertas dificultades cuando se incorpore a la escuela. Debido a sus escasas
habilidades de interacción y su dificultad para aceptar los cambios, el niño puede experimentar cierta confusión e incomprensión lógicas, cuyos síntomas
aparecerán en forma de ansiedad, angustia, hiperactividad o pasividad,
agresividad, rabietas sin explicación “lógica”, rebelarse por sistema y otros
problemas de conducta.
En la etapa primaria estos niños se adaptan un poco a la
dinámica de aula, pero aún muestran problemas de comportamiento como son hablar
demasiado alto, hacer comentarios improcedentes e imprevisibles, inquietud
motora, problemas de atención, sentido común limitado e interpretación rígida
de las normas sociales. En general, son buenos estudiantes, aunque algunos
presentan problemas de aprendizaje en escritura o cálculo, debido a sus
problemas de atención, por lo que necesitarán un apoyo adecuado y
especializado.
La pedagogía terapéutica dentro del aula trata de paliar estas dificultades, ayudando al menor a aceptar los cambios, a interaccionar con otros y a incorporarse a las diferentes rutinas.
Dentro del ámbito familiar, los padres han de mostrar una
actitud de aprendizaje, interés y apertura hacia la propia educación de sus
hijos, para tratar de conocerlos a la perfección y ofrecer su ayuda en todo lo
posible. El conjunto de dificultades que va encontrando la persona con síndrome
de Asperger a lo largo de su vida va dejando un camino lleno de frustraciones,
confusión, alteración del estado de ánimo, etc... por lo que el núcleo familiar
será un pilar fundamental en la vida de estas personas, al igual que lo es para
cualquiera.
Supongamos un caso práctico en el cual el niño que no quiere ir a la escuela:
No es recomendable regañarle o actuar con brusquedad e impaciencia, ya que desde esa postura resultará muy complicado que el niño exprese sus emociones. Para evitar que adopte una actitud pasiva, debemos amoldarnos a él, procurar que se tome el tiempo que necesite y hablarle con un lenguaje simple que él pueda comprender.
Otro punto importante a tener en cuenta sería el tema de la relajación. Estos niños pueden sufrir de ansiedad al estar en situaciones que se escapan de su control, (como el ejemplo práctico en el que nos encontramos), por lo que debemos procurar que se calmen, que baje el ritmo de su respiración y tranquilizarlo. El introducir en su rutina ciertos cambios sutiles ayudará a que entiendan que las cosas pueden cambiar, y a veces de imprevisto.
Además, habrá que hacerle ver que el problema que el seguramente perciba como complicado e imposible, sea en realidad mucho menor. Esto lo podemos conseguir a través de la decisión binaria: el problema que se presenta se descompone en dos decisiones. El niño toma una de ellas y descompone la siguiente parte del problema en otras dos, y así sucesivamente hasta que se solucione.
Pero sobre todo, y lo más importante, es entender que son niños normales, como cualquier otro, con sus miedos, sus virtudes, defectos y capacidades, y que sólo necesitan la ayuda y la comprensión de los que le rodean.
La solución a la gran variedad de problemas que sufren estas personas debe provenir del
reconocimiento del síndrome de Asperger como un trastorno que afecta a
numerosas personas en todo el mundo. De igual manera, se deben buscar nuevas líneas y corrientes de
investigación para resolver las dudas que comparten los afectados de
esta patología y sus familiares, así como la
importancia de un diagnóstico temprano para mejorar la calidad de vida de estas
personas.
En definitiva, el mundo puede que no esté preparado para
responder a las demandas de personas con síndrome de Asperger. Hasta que lo
esté, los padres y otros colectivos educativos (educadores, psicopedagogos,
etc.), servicios sociales (trabajadores sociales), servicios sanitarios
(psicólogos, psiquiatras, enfermeros, etc.), junto con las autoridades
educativas, tendrán que seguir informando e investigando acerca de la
naturaleza de este trastorno y luchando para que las personas con este síndrome
reciban la ayuda adecuada y su bienestar personal sea el máximo posible.
*A título informativo, estas son algunas de las personas famosas que padecen Asperger:
Albert Einstein, Charles Darwin, Andy Warhol, Isaac Newton, Steven Spielberg, Tim Burton...
Si busca más información sobre el Síndrome de Asperger puede acceder a los siguientes enlaces:
Comentarios
Publicar un comentario