Parálisis Cerebral Infantil

La parálisis cerebral infatil (PCI)  es una de las causas más frecuentes de discapacidad motórica en niños. Se trata de un grupo de alteraciones no progresivas del movimiento y la postura que limitan la actividad. Esto es debido a una lesión del cerebro ocurrida durante el desarrollo cerebral del feto o del niño pequeño (puede ocurrir en la gestación, el parto o durante los primeros años de vida). Los trastornos motores suelen ir acompañados de alteraciones sensoriales, cognitivas, perceptivas, de la comunicación, problemas musculoesqueléticos secundarios o bien epilepsia.



Se podría decir que el déficit de suministro sanguíneo a un encéfalo en desarrollo, ya sea por hemorragias, inflamación o ictus, es una de las causas más comunes dentro de las PCI. Sin embargo, estas tambien pueden deberse a malformaciones, lesiones cerebrales que ocurren durante la vida fetal por infección o falta de oxígeno y riego sanguíneo, problemas del parto y lesiones o accidentes postnatales secundarios a meningitis, encefalitis, accidentes de tráfigo, ahogamiento, etc.



Por lo general, la lesión no es progresiva (estable)  los trastornos cambian con la edad. De forma que las manifestaciones de un PCI van a depender de la extensión, de la localización cerebral y de la capacidad del cerebro para adaptarse a ella.



En cuanto a los primeros signos clínicos, estos pueden aparecer en cualquier momento siendo más frecuentes entre el nacimiento y los tres años. También se puede dar el caso de la aparición de signos precoces (antes de los 3-4 meses) que pueden dar la sospecha de una posible PCI. Estos son:



- Alteraciones en deglución y habilidades oromotoras
- Ausencia de movimientos espontáneos a los 2-4 meses
- Ausencia de sonrisa social a los 3 meses
- Ausencia de seguimiento ocular a los 3 meses
- Ausencia completa de sostén cefálico a los 3 meses
- Aipotonía
- Espasmos o rigidez
- Preferencia por la movilidad de una parte del cuerpo



Se distinguen varios tipos de parálisis cerebral en función de la alteración del tono y/o movimientos:



1. Parálisis Cerebral Espástica
Esto significa rigidez. Existe cierta dificultad para controlar algunos o todos los músculos, que tienden a estirarse o debilitarse.  Suele producirse cuando las células nerviosas de la capa externa del cerebro o corteza no funcionan como es debido. Entre un 60-70% de las personas con parálisis presentan este tipo.



2. Parálisis Cerebral Disquinética o Atetoide
Caracterizada por movimientos lentos, involuntarios y descoordinados que dificultan la actividad voluntaria. Estas personas presentan unos músculos que cambian rapidamente de flojos a tensos. Suele ser dificil entenderles debido a que tienen dificultad para controlar también su lengua, su respiración y las cuerdas vocales. Este tipo de parálisis afecta a la parte central del cerebro.



3. Parálisis Cerebral Atáxica
Dificultad para controlar el equilibro debido a una lexión en el cerebelo. 



4. Parálisis Cerebral Mixta
El cerebro presenta lexiones en varias de sus estructuras, con lo que, se producen combinaciones de características de los diferentes tipos de parálisis. 


Finalmente, también podemos clasificar la parálisis en función de la parte del cuerpo que se encuentra afectada, lo cual nos daría una clasificación por criterios topográficos.




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