TEAF- Diagnóstico y tratamiento
Los problemas comunes en los TEAF tienden a intensificarse a medida que el niño crece, lo que puede verse más tarde relacionado con problemas mentales, problemas con la ley o dificultad para vivir indepedientemente. Es complicado diagnosticar los trastornos del espectro alcohólico fetal porque no existe una simple prueba que pueda cubrir el total de los síntomas. Ciertas manifestaciones físicas, problemas de desarrollo, problemas del comportamiento o bajo rendimiento escolar pueden indicarle a los padres o al profesional médico la posibilidad de diagnosticar un trastorno del espectro alcohólico fetal. El hecho de que la madre confirme o no el haber consumido alcohol durante el embarazo ayuda al diagnóstico, pero no es necesario para el diagnosticar el trastorno.
Los niños con TEAF pueden presentar anomalías cerebrales que dificultan la realización de actividades diarias a pesar de tener un coeficiente intelectual normal. Todos los niños que forman parte del proceso de familias sustitutas, adopción, especialmente cuando son adopciones internacionales, deben siempre ser evaluados por profesionales para determinar la presencia de algún trastorno de alcoholismo fetal.
Actualmente, según las distintas manifestaciones y síntomas que presente el niño, podemos diferenciar 4 tipos de TEAF, de los que ya hemos hablado en el post anterior.
El término "trastornos del espectro alcohólico fetal" no se considera un diagnóstico. Los CDC trabajaron con un grupo de expertos y organizaciones para revisar las investigaciones y crear directrices para el diagnóstico únicamente del síndrome alcohólico fetal (SAF). Los CDC y sus socios están trabajando para elaborar un criterio de diagnóstico para otros trastornos del espectro alcohólico fetal, como por ejemplo, el trastorno del neurodesarrollo relacionado con el alcohol. Hoy en día se continúan realizando investigaciones científicas y clínicas sobre estas afecciones.
Diagnosticar el SAF puede ser difícil debido a que no existe una prueba médica concreta para diagnosticarlo, como ya hemos dicho antes. A esto se suma el hecho de que otros trastornos como el TDAH o el síndrome de Williams, presentan síntomas similares a los del SAF.

- Características faciales anormales (surco liso entre la nariz y el labio superior, por ejemplo)
- Peso y estatura bajos.
- Problemas del sistema nervioso central (cabeza pequeña o microcefalia, problemas de atención e hiperactividad, mala coordinación).
- Exposición prenatal al alcohol.
No existe ninguna cura para los TEAF, pero se pueden paliar sus síntomas mediante los tratamientos adecuados. El hecho de que el daño cerebral, los síntomas, las discapacidades secundarias y las necesidades sean totalmente individuales, impide que se pueda generalizar un tratamiento estándar que sea efectivo en todos los niños. Los estudios han mostrado que algunos factores de protección pueden ayudar a reducir los efectos de los trastornos del espectro alcohólico fetal y ayudar a que las personas con estas afecciones alcancen su máximo potencial:
Lo primordial es un diagnóstico precoz, que permita que estos niños acudan a clases especializadas y se les de una educación específica enfocada en sus necesidades. Con una evaluación temprana del trastorno también se podrá poner a disposición de la familia servicios sociales, que aconsejarán y ayudarán a la familia en las distintas atenciones que el niño requiere.
Un núcleo familiar estable en el que el niño crezca feliz y reciba todo el cariño posible ayudará enormemente, ya que estos niños no reaccionan bien a los cambios bruscos o las relaciones dañinas y suelen ser más sensibles que el resto. Así mismo, el apoyo familiar previene la aparición de consecuencias secundarias a la enfermedad, como el abandono de los estudios.
Además de seguir todas estas pautas como tratamiento del niño con TEAF y de la atención médica especializada, también existe la terapia medicamentosa. Dentro de los distintos fármacos utilizados con estos niños encontramos estimulantes, para la hiperactividad y la falta de atención; antidepresivos, para la tristeza, la irritabilidad, problemas del sueño o el mal comportamiento en la escuela; antisicóticos, para tratar la ansiedad o la agresividad, y los ansiolíticos para los síntomas de la ansiedad.
Los medicamentos no actúan de la misma manera en un niño que en otro, por eso es posible que el médico especialista pruebe distintos tratamientos hasta dar con el que más se ajusta a cada persona.

- Buenos Amigos (Good Buddies), que enseñar a los niños con TEAF destrezas sociales y cómo entablar amistades
- Familias que Avanzan (Families Moving Forward, FMF), para proporcionar apoyo a familias que tienen que afrontar conductas problemáticas relacionadas con los TEAF.
- Experiencia Interactiva para el Aprendizaje de las Matemáticas (Math Interactive Learning Experience, MILE), que ayuda con las dificultades en matemáticas.
Si busca más información sobre este tema puede acceder a los siguientes enlaces
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