Síndrome de Sanfilippo
El síndrome de Sanfilippo, también conocido como "Mucopolisacaridosis tipo III) es una enfermedad rara en la cual el cuerpo presenta ausencia o no tiene suficientes enzimas necesarios para descomponer las cadenas largas de moléculas de azucar. Se encuentra dentro del grupo de enfermedades de almacenamiento lisosomal. Tiene un patrón de herencia autosómico recesivo, lo cual indica que el niño hereda tanto del padre como de la madre de las copias del gen mutado.

Signos y síntomas
Los signos, fuera de los neurológicos, son leves y en muchas ocasiones difíciles de identificar, lo que hace que el diagnóstico pueda retrasarse una vez iniciados los síntomas. En los primeros años podemos encontrarnos con casos de ligera hepatomegalia, caries, rinitis crónica e repetidas infecciones en las vías aéreas superiores.

Otros síntomas incluyen:
· Hígado y bazo agrandado
· Dificultades para dormi
· Articulaciones rígidas que posiblemente no se extiendan por completo
· Problemas visuales y pérdida de audición
· Problemas para caminar
Tipos
Existen 4 tipos principales de MPS III. El tipo que tiene una persona depende de cual sea el enzima que esté afectado.
Tipo A
Es la forma más grave y es causada por un defecto en el gen SGSH. No se posee una forma normal de la enzima Heparán N-Sulfatasa
Tipo B
Causado por un defecto en el gen NAGLU. No se produce suficiente acetilglucosaminamidasa.
Tipo C
Causado por un defecto en el gen HGSNAT. No se produce suficiente acetil-CoAlfa-glucosaminida acetiltransferasa
Tipo D
Causado por un defecto en el gen GNS. No se produce suficiente N-acetilglucosamina 6-sulfatasa.
Diagnóstico y pruebas

La enfermedad suele diagnosticarse entre los 2 y 6 años de edad, pero esto depende de cada país. Una vez se sospecha de este síndrome, lo primero a realizar es un análisis de orina (Test de Berry) en busca de altas concentraciones de Heparán Sulfato. A continuación, se realiza también un análisis de fibroblastos para identificar cual de los cuatro enzimas es el deficiente.
Finalmente, es de vital importancia conocer las mutaciones por dos razones principales:
- Los padres pueden beneficiarse de un diagnóstico prenantal en futuros embarazos a través de un test por biopsia corial pasadas entre 12 y 15 semanas desde la última menstruación.
- Se podrían dar el caso de futuras terapias que dependan del tipo de mutación.
En cuanto al tratamiento, no existe uno específico para esta enfermedad y únicamente se realiza para el control de los síntomas.
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